28 de abril de 2021

Recuerdos de una mente perturbada

 A mi parecer soy una persona que siente demasiado, una persona enamorada de la vida y una persona que al final del día siempre se siente sola y vacía. Soy una chica que siente a flor de piel, que siente nostalgia por todo y le entran las ganas de llorar por las cosas más insignificantes, pero así soy yo, es mi forma de ser, mi esencia.

Nadie suele saber como me siento realmente, por que aunque sea un apersona que hable por los codos, no soy buena para expresar lo que siento de forma oral, por eso me gusta escribir, por que cuando escribo no hay muros, no hay rostros, ni intercambio de sonidos, solo somos mi teclado y yo, pero tampoco quiero que mis sentimientos sean solo míos, no quiero sentir que nadie me comprende, que nadie está ahí, la solución es este blog, me hace sentir que no estoy sola, que por una vez alguien comprende lo que estoy diciendo, que por una vez, me expreso como siempre he querido expresarme.
Cuando echo una mirada al pasado, me doy cuenta que nunca he podido ser yo misma, supongo que me comporto de esa forma, como la tonta de la clase para caerle bien a la gente, para tener a alguien, supongo que cuando sonríes todo el rato, la sonrisa se vuelve permanente aunque no estés feliz, así he sido yo desde que tengo uso de razón, creo que cuando una persona se siente rota, no tiene solución, así es como me siento, rota, por todos lados, a veces solo tengo ganas de llorar y no parar, que alguien venga y me consuele, abrazar a alguien, pero no lo digo, prefiero sufrir sola y en silencio, las personas tienen suficientes problemas para añadirles uno más.

"Si finges ser feliz, al final olvidas que estabas fingiendo"- El caballo depresivo

Os conocéis, os enamoráis, os queréis, os amáis. La llama se apaga, solo que da el humo de la relación, los recuerdos del pasado que te atormentan, que te duelen, que te hieren, que te matan. A pesar de ello, decides volver, volver al dolor, al sufrimiento, a la agonía, a la ansiedad, a la necesidad, a la dependencia y al amor ciego. Decides volver porque le echas de menos, porque le sigues queriendo, porque crees que te sigue queriendo y que no te ha olvidado todavía, pero, sobre todo, vuelves porque no quieres olvidar... Olvidarte de esa persona con la que has vivido tantos bonitos momentos, tanta alegría.

Cuando una relación se para, a tu mente le vendrán recuerdos preciosos vividos en esa relación, tu mente quiere que vuelvas, le echas de menos, tu corazón le echa de menos, pero tu cerebro te dice que lo mejor es que olvides. Decides volver, volver a ¿sufrir? Mucha gente dice que si una relación termina es porque hay algo que no funcionaba bien. En tal caso, volver es volver sabiendo que va a volver a pasar lo mismo, ¿no? Entonces, ¿volver es siempre un error? ¿Puede cambiar tanto una relación hasta el punto de que sea sana?

Si una cosa he aprendido es que las personas no cambian. No cambian aunque se lo propongan y por mucho que quieran. No cambian porque quieras tú. 

Teniendo en cuenta esto, y que ninguno de los dos vais a cambiar, volver es una pérdida de tiempo siempre, no? O puede ser que se utilice la primera vez como método de aprendizaje y que la segunda sea la definitiva. Hablar de la definitiva es difícil, porque, ¿Cómo sabes cuál es la definitiva?

                                                    Será que no me amas - Luis Miguel (1990)