Una buena amiga me dijo hace poco que el roce hace el cariño. Cuando convives con alguien es posible que esa amistad se transforme en algo más, pero no olvidemos que esto es muy peliculero y no pasa nunca, jamás, en la vida, peeeeeeeero siempre hay una pequeñísima posibilidad y es la que se te queda clavada. El "¿Y si le gusto?" o el "¿Y si salimos juntos?". Preguntas que te hacen darte cuenta de que estás mu pillao, hasta las trancas, vaya. Otra puta vez has salido de la estabilidad emocional, tus sentimientos vuelven a jugarte una mala pasada. ¿Te gusta sufrir, eh?
Bueno, sabiendo que estás pillao hasta las trancas tienes dos opciones: intentar algo sabiendo que es posible que jodas una amistad; o no hacer caso a tus sentimientos y joderte intentando olvidar sabiendo que te quedan algunos días de sufrimiento porque vives con él. La convivencia es difícil, te quedas embobao mirándole, pero te fijas en todo lo que hace mal. Quieres abrazarle al mismo tiempo que esperas que haga algo mal para reprochárselo. En fin, un puto lío.
Simplemente fíjate en todo lo que hace mal :)