3 de abril de 2021

LA VIDA (O LA MUERTE)

Realmente la vida es muy dura, reconozcámoslo. Estamos en momentos muy difíciles, una puta pandemia de mierda asquerosa hija de puta azota nuestra era. Nosotros no somos más que meros receptores de los desastres que esta ocasiona. Y claro, es en momentos como estos en lo que uno piensa lo fácil que sería dejar de sufrir, no vivir ya más en una situación que (espero) ninguno de nosotros esperábamos. Y es que, si te pones a pensarlo, ¿Qué cuesta acabar con tu propia vida? Claro, la verdadera pregunta sería que porqué cuesta tan poco. Simplemente arrojarme por la ventana y acabaría con este sufrimiento que me mata por dentro. Dejaría de sufrir por la carrera, por no poder tener trabajo. Dejaría de sufrir por gente que no vale la pena y que dice quererte sin sentir nada. Dejaría de sentir. Dejaría de vivir.

Y es que claro, en cierto sentido es muy fácil matarse. Todos conocemos la muerte de Whitney Houston, unos relajantes, un poco de alcohol y hala, pa la bañera que vamos. O como Robin Williams, un ahorcamiento, rápido, indoloro e instantáneo. O como Prince, una sobredosis clásica.

Las hay más costosas y más baratas. Más simples y más complejas. Accidentales o controladas (sin ser eutanasia). Realmente es muy fácil disponer de herramientas para poder acabar con tu vida, que todo acabe, que cese el sufrimiento.

Es por esto anterior que sería un logro no hacerlo, no tirarte por la ventana, no pegarte el tiro, no cortarte las venas, no causarte una sobredosis. Es por esto que en tu cumpleaños se celebra que, a pesar de la vida tan dura que tienes, sigues viviendo y no has hecho nada para que eso pare. Me refiero, es muy fácil coger una cuerda o un cable; tomar alcohol de más; o abrir una ventana.

Felicitemos a las personas que siguen vivas.

LA VIDA (O LA MUERTE) II

Como decía anteriormente, el suicidio nos permitiría dejar de sufrir, dejar de recibir daño. Efectivamente, dejar de recibir daño NOSOTROS. Hay que verlo por otra parte, quizá nuestro viaje al más allá cause daño a nuestro alrededor, a lo mejor más de lo que pensamos. Recientemente se me pasaban por la cabeza numerosos pensamientos suicidas, los cuales terminaban por difuminarse al pensar cuando dolor podría causar mi pérdida. Pensando que no estoy solo en este mundo, que realmente habría gente que me echaría de menos, gente a la que le dolería mucho. Y probablemente ese dolor sería mucho mayor al que estás sufriendo tú, no seas egoísta, piensa en los demás. La gente te quiere, tus amigos te quieren.

En serio, no lo hagas, no hagas daño a los que te quieren, piensa que la vida mejora por momentos. Piensa que, realmente la vida está hecha pa vivirla, no pa sufrir, no pa estresarse. Relajate, aléjate de fuentes de estrés y ansiedad y tomate la vida con tranquilidad y si te ves muy mal, llama a este número: 717 003 717