21 de abril de 2021

Esperando al amor

La gente se pasa la mitad de la vida buscando una alma gemela que la complete. Alguien que llené todos los días de esa sensación de que, por fin, hemos encontrado a alguien que nos quiere y que querremos para siempre.

Sí bien puede sonar romántico la idea de un "felices para siempre" o un "hasta que la muerte nos separe", primero hay que buscar a esa persona con la que ser feliz.

Vivimos en un mundo de parejas, miras a cualquier lado y ves parejas, siempre, todo el rato. Son una enfermedad, la de la dependencia sobre alguien, la de tener que encontrar a alguien para librarte de ese vacío interior, para librarte de esa soltería o para evitar quedarte solo, lo cual parece ser un miedo cada vez mayor en estos tiempos. Me he encontrado con personas que afirman fielmente que la vida está hecha para vivirla en pareja, que uno siempre tiende a buscar su media naranja. Por una parte, se podría decir que es un pensamiento bonito, ciertamente ideal, muy fantástico, pero por otra, observamos que esa persona tiene una fuerte sensación de solitud que le hace siempre estar buscando pareja.

Muchos padres y abuelos inculcan a sus hijos que deben buscarse un futuro, es decir: una pareja, un trabajo estable y probablemente hijos. No lo dicen con mala intención, ellos son felices así y piensan que así serías tú feliz también. De hecho, te miran con cara rara si les dices que no quieres tener una familia propia y que prefieres vivir viajando alrededor del mundo sin tener casa propia. Lo ven como una locura, lo ven como un sinsentido, un sinsentido que intentan ocultar o quitarte de la cabeza.

El amor, ese gran incomprendido, tan entendido y necesitado por algunos y tan innecesario y doloroso por otros. SI te pones a pensar, ¿vale la pena sufrir tanto de amor durante toda la vida para llegar a esa persona final? Es decir, el fin del futuro con alguien perfecto compensa al dolor sentimental sufrido en el pasado. Idealmente y pensando en eso de que "un clavo saca a otro clavo" sí se olvida fácilmente a alguien si tienes a otra persona que querer.


Words - F.R David (1982)