Hubo un momento en el que solo contemplaba el clásico dicho de "un clavo saca a otro clavo", es decir para olvidar a alguien me tenía que pillar de otra persona. Yo lo llamo "búsqueda activa del amor" y consistía en preguntarles a mis amigos si tenían a alguien interesante que me pudiesen presentar y si no tenían nada que ofrecerme (la mayoría de veces), se lo preguntaba a otro amigo. Me hablaron de muchas personas, conocí a otras tantas, pero todas fugaces, ninguna se quedó.
Hace tiempo estuve hablando con una amiga de este tema y le expliqué mi situación. Ella me dijo que me pasaba eso porque yo era así, necesitaba buscar y tenía la necesidad imperiosa de buscar a la desesperada. También me comentó sobre su estado, pues al parecer ella no buscaba desesperadamente una pareja, sino que lo dejaba "en manos del destino" por decirlo así. Su situación era muy estable, sobre todo comparada con la mía, gracias a mi altibajos amorosos. Esta conversación supuso un verdadero punto de inflexión en mi persona pues me hizo pensar mucho: si en teoría el destino te asocia con alguien, entre conocer gente a la desesperada y no hacer nada y simplemente esperar no había diferencia, pues tarde o temprano os acabaríais juntando.
Actualmente llevo ya más de un mes en lo que he bautizado "búsqueda pasiva del amor". Realmente me siento mucho más feliz, ya no me preocupo por conocer gente, me preocupo por mi felicidad. Simplemente espero a que esa persona llegue. Es obvio que si llega alguien especial, voy a caer, y va a ocurrir eso de las mariposas en la tripa que te haga pensar: Bro It must have been love.