Crítica a Blade Runner

Blade Runner (1982)

Directed by Ridley Scott

La protagonizada por Harrison Ford es una curiosa película ambientada en noviembre del año en el que me hallo escribiendo este post. 2019 es visto como el mismísimo futuro, llegando a aparecer coches y otros vehículos voladores. Esta filmación recoge la fase final del exterminio de replicantes, robots con carácter humanoide que cuentan con una fuerza y agilidad superior, e inteligencia variable según el modelo. La película hace mención al modelo Nexus-6, androides de última generación que son externamente idénticos a los humanos, pero con algunas diferencias, como por ejemplo que su vida es de unos 4 años para evitar que desarrollen inmunidad a la máquina Voight-Kampff, es decir, para que no tengan emociones. La anteriormente mencionada máquina permitía identificar a replicantes buscando emociones, esto es debido a que los robots (incluidos los Nexus-6) no poseen emociones.
Blade Runner, gracias a sus paisajes oscuros y con algo de niebla, nos da una sensación de tenebrosidad, aumentada por la voz de los actores de doblaje y por la luz general de la película. Se trata de una filmación con un tema extraño y un desarrollo aún más raro, pero esto también hace que llame la atención. Asimismo plantea el problema de la sublevación de los robots, tema que me llama especialmente la atención.
La película me ha resultado un tanto intrigante, pues me esperaba algo más de acción y no tanta monotonía, pero me ha parecido una buena película en general.